A
solo horas de comenzar un día histórico, la impaciencia y esperanza me invaden.
Estamos a punto de cambiar la historia del país, y eso no es poca cosa.
Desde
temprano tengo ideas revoloteando en mi cabeza, pues como escritora, no puedo
quedarme callada, sin teclear lo que se está viviendo. Y concluyo, que todo
esto no hubiese sido posible sin el gran trabajo y esfuerzo de un hombre, con
quien siento una inmensa empatía. Por supuesto, Henrique Capriles Radonski.
Independientemente
de los resultados de mañana, no puedo dejar de agradecerte. Gracias porque tu
sed de justicia ha sido tu bandera. Gracias por pensar que merecemos una mejor
educación, una mejor oportunidad de empleo. Gracias por haber recorrido
incansablemente montones de pueblos venezolanos. Gracias por haber dejado tus
zapatos en las caminatas.
Gracias
por entender nuestras verdaderas necesidades y hacer tu plan de gobierno,
basado en buscar soluciones para ellas. Gracias por habernos devuelto la
esperanza en el país. Gracias por querer mejorar nuestra calidad de vida. Gracias
por creer en nosotros.
Gracias
por hacernos sentir parte de tu triunfo, por habernos recordado que el trabajo
para construir esta patria, es de todos. Gracias, gracias, miles de gracias.
Es
indescriptible lo que se siente en la calle: La ansiedad, la esperanza, la
alegría. Ya las cartas están echadas. Tu trabajo por ahora terminó. Ahora nos
queda a nosotros salir y darte nuestro voto de confianza, a defender nuestra
voluntad, a no caer en provocaciones, ni creer en rumores o cadenas. Nos toca a
nosotros creer en Dios, contagiarnos de tu energía positiva, de tu seguridad de
victoria.
Mañana
haremos historia… Mañana, recuperaremos la democracia. Mañana descansa, que nos
toca a nosotros. Tú, ya has hecho suficiente.
Marielisa Manzanilla
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