lunes, 3 de enero de 2011

La Divina Pastora no conoce tendencias políticas

Para los barquisimetanos la procesión de la Divina Pastora, que se celebra cada 14 de enero, es mucho más que acompañar a su Patrona a iniciar su recorrido por la ciudad. Es una demostración de fe mariana, es sentir que por un día, todos los malos acontecimientos de la cotidianidad se esfuman para sentir entre ellos, entre nosotros, la presencia de Dios y su Madre. Es un recordatorio de que la Gracia Divina existe y que Nuestro Señor la mandó expresamente a quedarse en la ciudad crepuscular.
La Divina Pastora es y será siempre de cada uno de los feligreses que la acompañan, veneran y aclaman. Esa hermosísima imagen que pertenece al pueblo barquisimetano no tiene un único dueño. Esa preciosa representación de María no tiene color ni tendencia política. La Divina Pastora, señores políticos, no tiene cabida alguna en sus abusos de poder.
Resulta totalmente humillante, como joven barquisimetana que soy, observar como nosotros, los hijos y celadores de la Bella Dama, estamos dejando que politicen algo NETAMENTE religioso.
En 154 visitas que la Virgen ha hecho a la capital larense el pueblo JAMÁS le ha hecho daño. Un mínimo aporreo para nuestra imagen le dolería más a cada uno de los larenses que cualquier otra cosa; dañar a la Virgen sería como humillar a nuestra propia madre.
Es por esta razón que no comprendo por qué, de unos años para acá, la Divina Pastora debe ser custodiada por tantos cuerpos policiales y militares, ¿es que acaso nos creen capaces de hacerle algo a nuestra Patrona?, ¿o que los militares, dueños y amos de este país, también van a tener ahora el privilegio de apoderarse de Ella?
No quiero decir con esto que las personas que laboran en los organismos de seguridad no tienen derecho a manifestar su fe mariana. ¡Claro que lo tienen!, la Divina Pastora es del pueblo barquisimetano, y como tal, ustedes tiene todo el derecho de formar parte de la procesión junto con los demás católicos que esperamos este día para venerar a nuestra Virgencita.
La Divina Pastora puede ser igualmente venerada, custodiada y alabada por todas las personas que asisten a una de las procesiones más grandes del mundo. Asimismo, todo aquel barquisimetano que quiera rendirle algún homenaje con cánticos y afines está en todo su derecho de hacerlo. Dios no nos pide requisitos para poder alabarlo, ni a Él, ni a su Madre.
Dios tampoco distingue entre raza, color o cargo político. Todos somos los anfitriones para recibir a su Madre cada 14 de enero. Puedo asegurar que en mi corazón de cristiana, apostólica y romana recibo con mayor fervor a la Virgen que cualquier persona que por tener un cargo público puede ordenar la ciudad a su antojo o colgar su foto por cualquier calle o avenida.
Mis peticiones y alabanzas a la Madre de Dios son muchísimo más profundas y sinceras que las suyas alcaldesa. A la Virgen se le da gracias por interceder por nosotros ante su Hijo, se le venera, se le alaba, no se le pide por un mandato político lleno de odio y rencor. A la Divina Pastora no se le pide porque Henri Falcón sepa hacer su trabajo.
¿Por qué mejor no le pide por usted, por su salud, por su familia, porque la lleve por un buen camino y la ayude e ilumine para realizar una mejor gestión en su cargo público? ¿Por qué no le pide que la ayude a combatir la inseguridad, la pobreza, el hambre, el desempleo? ¿Por qué no le pide que llueva para que los venezolanos dejemos de estar padeciendo los racionamientos de luz causados por ineficiencias gubernamentales?
A la Divina Pastora no le interesa su pleito con el gobernador, a Ella le interesa muchísimo más el padecer de un pueblo creyente que recurre a las oraciones para pedir cosas menos banales que la colocación de una tarima o dos. La Excelsa Patrona quiere llegar a su destino en paz. Usted dijo muy claro que “Ella es la Reina”, pues analícelo, es Ella, la Divina Pastora, no Amalia Sáez.
Ojalá en los años venideros la Iglesia, como representación de Dios en la tierra, le recuerde a los políticos venezolanos, a todos, que María es de todos y no es de nadie, que la Divina Pastora es de los larenses y que su visita a la ciudad debe ser una alegría religiosa, una bendición de Dios al pueblo, una visita celestial de Jesús y su Madre a Barquisimeto, no una campaña política ni para usted ni para el gobernador de la entidad.
Podrán apoderarse y quitarnos autoritariamente lo que quieran, pero la Divina Pastora la defenderemos a capa y espada. Se pueden meter con quien quieran pero no con nuestra Madre, ella es Sagrada.

1 comentario:

  1. Les dejo el link de la respuesta que recibí en el Diario El Impulso el 31 de Enero de 2010.

    http://www.elimpulso.com/pages/vernoticia.aspx?id=97166

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