lunes, 13 de febrero de 2012

Tres millones no es poca cosa

La alta participación electoral de los venezolanos el pasado domingo 12 de febrero, dejó a los rojos destilando dudas, desconcierto y desprestigios. Y es que como lo dijo el analista Luis Vicente León, que en unas primarias vote más del 15% del universo electoral, no es poca cosa.
Jóvenes, madres embarazadas y hasta abuelitos en sillas de ruedas acudieron a las urnas a opinar sobre el mejor candidato que, el próximo 7 de octubre, debe enfrentarse a Hugo Chávez.
La demostración de país democrático fue noticia en todo el mundo. Muy contrario al discurso de quien nos rige actualmente. La masiva asistencia es antónimo de comunismo y socialismo. Y eso, quedó demostrado.

Henrique Capriles Radonski, electo candidato unitario, es –como saben-, el personaje político más joven que ha aspirado a la presidencia de la república. A sus 39 años, ha escalado satisfactoriamente los cargos públicos.
La alegría que se vivía esa noche en las calles y casas de Venezuela, era sin duda alguna, un sentimiento extrañado por muchos años. Aunque Capriles no hubiese sido el candidato por el que se hubiese votado, se convertía en esa noche, en una esperanza palpable.
Entre mi familia, los comentarios iban y venían. Hay quienes no sintieron gran emoción al oír sus declaraciones. Es que aunque no parezca, necesitamos un líder que hable similar a Chávez, para que toque las fibras más bajas de nuestra sociedad, para que envuelva y convenza.
Necesitamos a alguien que hable poco y haga mucho, y es aquí donde está su fuerte. La vieja política ya no cala entre los venezolanos. Lo vimos cuando Rosales.
El punto a destacar de Henrique, no es su discurso. El punto a destacar, es su excelente labor como mandatario, lo que se evidencia en sus períodos como gobernador del estado Miranda, y anteriormente, como alcalde del Municipio Baruta.
Su consigna es la educación, elemento que atrajo mi voto desde comienzos de la campaña. Y en este aspecto se ha visto el progreso durante sus mandatos. Una Venezuela próspera, segura y trabajadora, se logra sí, y solo si, se inculcan valores y enseñanzas desde pequeños.
Hay que tener cuidado con las críticas y desprestigios que se le puedan llegar a hacer a nuestro candidato, de aquí al 7O. Todos somos agentes atrayentes a un solo proyecto de país. Un solo comentario, puede sumar votos al contrincante.
Tampoco se trata de perder el criterio y alabarlo enteramente, pero el tacto es importante. Todavía hay mal llamados Ni-nis, y muchos oportunistas, en nuestra población. La batalla apenas comienza. El contrincante es muy fuerte. Pero el trabajo en equipo, de todos y cada uno de nosotros, puede ir tejiendo un mejor futuro.
Capriles es el jefe de contienda, y nosotros somos su motor. Tres millones de votos no es poca cosa. Pero no es suficiente… Salgamos a la calle y apoyemos a nuestro conductor, llevemos venezolanos a inscribirse, debatamos política sana en la calle, ayudemos a construir un terreno seguro para una difícil contienda electoral.
Por mi parte, no me queda más que expresar el orgullo que siento por todos y cada uno de los votantes que sin importar el miedo, el cansancio, el calor o la pereza, salimos a ejercer nuestro derecho al voto.

Asimismo, a todos aquellos que trabajan arduamente para mejorar esta nación. Venezuela tiene dolientes, y muchos. Los ex candidatos que teníamos, son ahora parte de una trabuca que busca unirse para llegar a una misma meta. Así se construye el país que quiero, así, sí hay un camino.


Marielisa Manzanilla

1 comentario:

  1. Cierto, Marie, el camino no se puede alejar del juego democrático. Que más democrático que elecciones para dilucidar el candidato? Será por eso que les ha dolido tanto? Uncle Ed

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