jueves, 2 de mayo de 2013

Desvergüenza superlativa por Ángel Mendoza Zabala

Hola amigos,

Estoy de vuelta luego de un tiempo prolongado de ausencia. Las elecciones y situaciones personales me impedían teclear sobre la extraña e inaudita situacion que estamos viviendo en el país.
Estuve presente en las manifestaciones de Barquisimeto y fui a los hospitales a brindar apoyo a quienes fueron brutalmente masacrados por la Guardia Nacional Cubana Socialista y Apátrida, porque no tienen otro nombre.
Les publico a continuación, un artículo de Ángel Medonza Zabala, que leí hace días y quería compartir con ustedes -además de dejarlo plasmado en la breve historia de mi país que se construye en el blog-.

Saludos,

M.-

Se desbordan las brutalidades, que no la falta de inteligencia, sino las brutalidades mismas, las que mutan a un ser civilizado (por ser humano y vivir en estos tiempos) a un perfecto cavernícola. Se exacerban los ánimos. Los discursos se cambian a voluntad. Lo que ayer fue, no será más.

Llegan noticias terribles: como no ocupan primeras páginas no mucha gente les hace caso: Hay que leer hasta los avisos de intimación judicial en la prensa para descubrir, entre un corondel y una crítica a un restaurante, que el fascismo verdadero está echando raíces últimamente en Venezuela y gracias a un poderoso fertilizante, esas raíces van rodeando, apretando y asfixiando lo que se encuentren al paso. Tal cual como las plantas carnívoras de nuestras pesadillas infantiles.
Denuncian que en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas se auditan los teléfonos celulares de los efectivos. Quien en su Blackberry Messenger lleve una foto de Capriles, o un mensaje contrario al gobierno, es citado, regañado cual niño y amonestado por su superior. Pasa igual con los médicos de la morgue de El Llanito, (Artículo de El Nacional). Pasa también en el Seniat. En un hospital del IVSS en Rubio (Táchira), ordenan desde la dirección la lista de los únicos canales que podrán ser sintonizados en sus espacios. En esos medios, revisan historiales de navegación de sus empleados y bandejas de correo electrónico. El completo cerco ideológico fue lanzado como una enredadera tenaz.
El presidente de la Asamblea Nacional niega el derecho de palabra a los diputados de Oposición que no reconocen al presidente electo, Nicolás Maduro. Se burla del precepto constitucional que les permite estar sujetos sólo a los mandatos de su conciencia. No se detiene allí, sino que los amonesta y destituye de la presidencia de las comisiones a quienes detentan esos cargos. Es el desmadre del poder, el derrame de los odios definitivos, que se acrecientan con un recuerdo real: esos diputados sacaron más votos que el partido rojo.
La petición lícita del candidato de la Oposición, Henrique Capriles Radonski tiene sabor a pueblo, y el gobierno lo sabe. Con los hechos llevándolos contra las cuerdas, los dirigentes rojos aplican la teoría del shock nacionalsocialista alemán: atacan con fuerza y de sorpresa, sin importar que la víctima sea débil o fuerte. Saben que el instinto de preservación de la gente la obligará a no hablar, a callar, a cerrar la boca ante el cañón amenazante de un arma. Intentan no recordar que esos presos de Barquisimeto, a los que se llevaron por aporrear una olla de su propiedad, pueden ser herederos de Pío Tamayo, Jóvito Villalba, Andrés Eloy Blanco, Leonardo Ruíz Pineda, Rómulo Betancourt, Gustavo Machado. El miedo les causó una borrachera amnésica.
Obligarlos a cantar consignas proclamando a Maduro como presidente, en los calabozos y ante armas apuntándolos, no es sólo el más cobarde de los actos que la Guardia Nacional pueda protagonizar jamás. Demuestra un terror terrible: los detenidos deben reconocer lo que las urnas electorales se negaron a gritar. Revela una verdad insondable: quizá por preservar sus vidas muchos griten Chávez te lo juro mi voto es para Maduro, cosa que, lamentablemente para la fuerza militar que ejecuta esas actividades, no tiene valor alguno, porque el voto que ejercieron el domingo y la opción que escogieron tiene más voz que cuatro cánticos coaccionados.
La pasividad de Barquisimeto completa genera un asombro tierno. Si la Oposición y estos grupos que cacerolean fueran tan violentos y agresivos como pregonan Maduro, Cabello, el infeliz canciller, Eeckhout, el señor de la noche y otros más, no quedara ya vestigio alguno de la capital larense. Pero todavía los venezolanos, o al menos esta mitad que decidió votar contra el terror, confía y espera en la justicia. El gobierno venezolano, con todos estos hechos más la mentira de la quema de los Centros de Diagnóstico Integral que aparecieron intactos al día siguiente de los presuntos incendios, se graduó de terrorista. Es un gobierno forajido. Probablemente hace 70 años, hubiese tenido éxito. Pero en esta época es virtualmente imposible.
Entre todos los que nombré anteriormente, están cavando la fosa donde reposará el cadáver ya agonizante del mal llamado Socialismo del Siglo XXI. Cilia, la doble P (Procuradora y Primera Dama), teje palmas fúnebres emulando a Fernanda del Carpio. Parece increíble que hayan sido capaces de llegar a tanto. Tanto como instalar un congreso de defensa de los derechos humanos del pueblo Palestino, mientras los fusiles se cagan en los derechos humanos de casi 90 larenses.
Esa es, Elías, la más grande de las vergüenzas.
Angel Mendoza Zabala / CNP: 19.492

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