lunes, 3 de enero de 2011

Presiente, ¿me da permiso de creer en Venezuela?

Señor Presidente,
Me dirijo a Usted en esta oportunidad, pues últimamente, han rondado varias ideas por mi cabeza que no he querido dejarlas allí. Tengo varias preguntas que quiero hacerle en cuanto a mi futuro, y espero que me las pueda contestar lo antes posible.
Presidente, quiero montar un negocito. Días atrás, conversando con una amiga, surgió la idea de que nos asociáramos, montar algún negocio pequeño y así no tener que depender de ninguna compañía; sino que podamos ser nuestras propias jefas, para poder agarrar las vacaciones cuando queramos y tener horarios flexibles. Usted sabe como es el venezolano que siempre busca la comodidad, y nosotras no escapamos de esa realidad.
Con un dinerito que cada una tiene ahorrado, más un crédito en el banco y un poquito más que nos prestarán amigos y familiares, creemos que podemos llegar a completar el monto final. Sacaremos el financiamiento bancario gracias al apoyo que su gobierno le brinda a los pequeños y medianos comerciantes.
Pero quería hacerle una pregunta: ¿Cómo es que usted apoya a los pequeños y medianos comerciantes si no apoya a la empresa privada? ¿A quién podremos pedirle insumos para trabajar, si todos los proveedores están siendo estatizados y nadie da respuesta de nada? Me han contado que la gente de su gobierno, que comienza a trabajar en esas empresas que expropia, pide comisiones, y  no sé de donde podremos sacar el dinero necesario para mojarle la mano a cada uno.
Además, tengo miedo a que me vaya bien en el negocio. No sólo porque sería un blanco seguro para ladrones y/o secuestradores, sino porque necesito que me garantice que después de haber trabajado e invertido tiempo y dinero en él, no va a venir Usted a quitármelo pues le parece que puedo ser capitalista, fascista o imperialista. Porque en ese caso, ¿qué haría yo? Será sentarme a llorar en una esquina, porque me dejaría sin inversión, sin fuente de trabajo y con gente dependiendo del negocio.
Es por esto, Presidente, que no se qué hacer. Yo quiero invertir en Venezuela, yo creo en mi país y, para serle sincera, no tengo ningún otro lugar a donde ir. Mi familia y todo lo que tengo, está aquí; gracias a Dios, y a mi trabajo, tengo un dinerito con el cual pueda montar mi empresa y generar empleo y progreso, pero tengo miedo.
Quisiera recibir una garantía de su parte, que leyera mi preocupación y me dijera “Tranquila, hija, todo va a estar bien. Yo respetaré tu trabajo, tu dinero, tu tiempo y tu esfuerzo, y te ayudaré para que logremos el desarrollo de Venezuela”. Pero lo único que escucho es expropiaciones y desempleo. ¿Entonces, Presidente, será que puedo invertir en mi país? ¿O tendré que ser siempre una asalariada y nunca soñar con crecer y salir adelante? Por favor, dígame, ¿será que puedo creer en mi país?

1 comentario:

  1. me encantan este tipo de articulos ojala nos escucharan

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