lunes, 3 de enero de 2011

Profunda preocupación, en medio de la tristeza

Veo con profunda tristeza el desmoronamiento de mi país, no sólo a causa de las fuertes lluvias que han azotado el territorio nacional por más de dos semanas, sino también por la maldad existente por el mal llamado Gobierno Nacional de aprovecharse de la crisis humana que existe y enfocarse en implantar su modelo socialista.
Ante el escenario de catástrofe que sufrimos, esperamos con los brazos abiertos la ayuda de miles de países a quienes en situaciones menos complejas que la nuestra, hemos enviado hasta lo que no tenemos en símbolo de solidaridad. Sin embargo, nada llega, seguimos esperando ayuda hasta de nuestro mismo gobierno que antepone la ayuda para Colombia.
Es que el pago de Makled nos está saliendo caro a los venezolanos. No solo se les ha tenido que cancelar altas sumas de dinero a los empresarios de aquel país, sino que también la asistencia y ayuda de materiales para casos de contingencia han sido enviados primero a la vecina república, para así seguir pagando por la extradición del conocido narcotraficante venezolano a nuestras tierras.
Me llama poderosamente la atención la pasividad con la que observamos cómo, ante nuestras narices, miles de millones de dólares son enviados a otros países y no exigimos inversión en nuestro pueblo damnificado. Me resulta aún más impresionante cómo existen partidos políticos que nos pidieron nuestros votos, pero que no nos piden colaboración para damnificados.
¿Es que acaso las aspiraciones políticas llegan a tanto como para que no importe el pueblo venezolano, sino los votos? Esto va dirigido a ambas tendencias políticas, porque no basta con medir papeletas electorales a favor, si no se tiene disposición de ayudar a ese pueblo en momentos de urgencia.
Es que la política venezolana ha caído a un nivel tan, pero tan bajo, que se aprovechan de la situación de emergencia para implementar leyes, anteriormente rechazada por electores, para no decir venezolanos votantes. Aprobar una Ley Orgánica para el Poder Popular cuando más del 20% de los habitantes del país se encuentran damnificados, es un acto maquiavélico, perverso e inhumano.
Aprovechar una situación de caos nacional, en donde continúan desplomándose cerros mientras levemente siguen cayendo gotas de agua, es un acto maligno y retorcido. Modificar la Ley Resorte para regular internet en un momento en donde gran parte de la población duerme en refugios improvisados es un acto egoísta y sucio.
Es que la solución, señores políticos, va más allá de la improvisación. La solución debe ser a largo plazo, aunque el gobierno no sepa con qué se come eso. La solución no es expropiar o meter a la gente en hoteles como si fuesen hijos de nadie, son hijos de la tierra venezolana, que merecen ser tratados dignamente y no como cochinos que van al matadero.
Pero, ¿qué se puede esperar de este gobierno que se encuentra asesorado nada más y nada menos que por Ramiro Valdés? En estos momentos es donde se nota que su asesoría, lentamente, está dando excelentes resultados. Y es que sería imposible no observar acciones malévolas si se está siendo asesorado por este señor que: “es considerado como uno de los más brutales y sanguinarios represores del régimen cubano. Es responsable directo de los abusos que se han cometido en las cárceles cubanas y de establecer una red de espionaje contra la población de su país. Fue uno de los principales artífices de la creación de los CDR y utilizó la Marina Mercante Cubana para espiar a los cubanos en el exilio. Ha dirigido en varias ocasiones el G2 cubano y es uno de los principales artífices de la censura en Internet”.
Pobre Venezuela, está siendo dominada por personas de este calibre y sus hijos se quedan parados viendo como ante sus ojos destruyen su país. Nos están asesinando nuestra madre patria y no hacemos nada… Resulta triste y preocupante…

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