viernes, 15 de abril de 2011

Cómo se olvidan las cosas

Hoy llegó a mi correo la imagen de este diario que les colocaré a continuación, y la primera duda –y rabia- que vino a mi mente fue: ¿cómo dejamos que estos delincuentes se apoderaran del país? ¡Obviamente lo iban a destrozar como han hecho!
Y es que siempre lo he dicho, ¿cómo puede un ex presidiario ser Presidente de un país? Así como los asambleístas que realizaron la Constitución se tomaron el tiempo para definir el perfil del candidato presidencial, han debido tomarse el tiempo para establecer que ninguna persona que haya cometido un crimen y haya sido juzgado con cárcel, puede optar por el primer cargo público.
Es que le dimos en bandeja de plata el país a unos malandros, a personas sin ninguna gestión pública, a aquellos que decidieron luchar por sus ideales a punta de armas y violencia. Por supuesto, dime con quien andas y te diré quien eres. Los amigos de nuestro magnífico Presidente no podían ser letrados, graduados en excelentes universidades, ni con valores éticos y morales bien arraigados; no, son delincuentes cuyas profesiones era desestabilizar el orden público y arremeter en contra de la sociedad en busca de armas, alimentos y demás objetos para “luchar” por una Venezuela justa.
Pero si la primera injusticia la estaban cometiendo ellos, despojando a aquellos que habían trabajado de sus posesiones. ¿Cómo querríamos entonces que nuestro país progresara y no sufriera todas las agresiones que ha sufrido? Es imposible.
Por último, a mis lectores chavistas les digo, Chávez es el único culpable de todo el desastre de país que tenemos, porque él fue quien escogió a una persona “capacitada” a algún cargo público. Si su empleado directo, al rendirle cuentas, demuestra pérdidas, corrupción y retroceso, pues no está haciendo bien su trabajo y debe ser despedido. Un buen gerente es responsable de todos sus trabajadores.  
Les dejo entonces el artículo que hoy me llenó de indignación, pero que nuevamente me dio esperanza de luchar por mi país, porque sé que como yo, hay muchas personas más que entendieron que cualquiera no puede ser mandatario de un país, y que es de suma importancia la presencia de al menos una buena gestión de gerencia empresarial en el Curriculum Vitae de cualquier aspirante a cargo público.

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