martes, 12 de abril de 2011

El día que murió el Patriotismo

Hace nueve años un sentimiento de incertidumbre, mezclado con alegría y tristeza invadía los hogares venezolanos. Había sido un largo día, en donde el bravo pueblo caraqueño, y uno que otro valiente que se acercó a la capital, salió a protestar en contra de un régimen político. Los que ahora sufrimos de apagones de luz, mirábamos nuestros televisores ansiosos de escuchar noticias esperanzadoras, positivas.
Con tan solo ver la pantalla, dividida o no, llena de gente luchando por su país, de un tricolor hermoso y de un espíritu alegre pero firme, erizaba la piel. Estábamos viviendo un momento histórico, se palpaba el patriotismo en la pantalla, se vivía en las autopistas de la capital.
Recuerdo que en mi familia, más de uno anhelaba estar en Caracas, el apoyo desde el televisor no era suficiente. De pronto, comenzaron los rumores. No me quiero imaginar lo diferente que hubiese sido la historia si las redes sociales como el Twitter existieran en esos días. Que si se escuchan tiros, que si los círculos de Lina Ron están trancando tal avenida, que si los están esperando… Dudas, nervios y sentimientos de frustración opacaron la alegría que reinaba.
Era verdad, los disparos existían. El presidente se encadena, las televisoras deciden seguir informando y aplicaron una antigua tecnología, la de dividir la pantalla en dos. En un lado del televisor, un presidente sudoroso, en otro un caos popular. Estábamos presenciando un golpe de estado.
El venezolano de a pie, el que estaba pegado al televisor, o el que iba de último en la marcha nunca entenderá, ni sabrá a ciencia cierta, que fue lo que pasó. Que si renunció, que si huyó, ¿un presidente nuevo?, ¿qué es esto? La incertidumbre era terrible, los periodistas arriesgaban su vida tratando de conocer la verdad.
Lo único cierto es que habían personas heridas y fallecidas por impactos de bala. Diecinueve valientes venezolanos murieron en el asfalto, perdieron su vida luchando por su país. Capaz piensan que su sangre valió la pena.
Pero el 11 de abril no sólo murieron esos venezolanos… Ese día marcó la muerte de las ganas de seguir luchando por el país; murió el bravo pueblo que se abalanzó a la calle sin importar consecuencia; murieron los policías que arriesgaban su vida por salvar a su pueblo; murió el respeto a la bota militar; murió la dignidad de televisoras nacionales, murieron las marchas, las ganas.
¿A dónde se fue ese espíritu luchador y valiente? ¿A dónde quedó nuestra solidaridad ante el injusto encarcelamiento de autoridades policiales inocentes? ¿A dónde se fue la justicia venezolana?
Esos hechos marcaron el inicio de un fortalecimiento revolucionario, en donde la fuerza tomó protagonismo, en donde nuestro “Comandante en jefe” descubrió con quien contar. El miedo destrozó la valentía de salir a luchar por un país mejor.
Entonces, ¿dejaremos que muera por completo nuestro amor por Venezuela? ¿O resucitaremos de grandes cenizas para volver a sentir ese sentimiento de esperanza y alegría que simplemente erizan la piel? Las razones por las que luchábamos en 2002 están más vigentes que nunca, las cosas han empeorado y ahora todos vemos las imágenes desde el televisor, esta vez sin pantalla dividida. Estamos a tiempo de volver a cambiar la historia.

4 comentarios:

  1. Amiga! Que excelente entrada de blog. Se me eriza la piel de tan solo leer la pasion con la que escribes. Ojala venezolanos y venezolanas como tu hagan reaccion a ese pueblo valiente que describes y que todos sabemos esta ahi. Y como decia mi querida prima Lorena (QEPD) Por uds que luchan por Venezuela y sus ideales es que Venezuela "HUELE A LIBERTAD!!" ADelante!!!

    TQMMM!!!
    Dani Leoni

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  2. Marie, orgullosa de ti y de tu familia que es mía por añadidura; orgullosa de una generación de profesionales jóvenes como la tuya, que sabe que el camino no es fácil y que sin consenso no hay victoria que celebrar. Enamorada de los jóvenes y valientes estudiantes de este país, de nuestros universitarios que se han convertido en el ejemplo a seguir, que han sido una suerte de motor de arranque para este letargo que sufrimos los que con "cuarenta y tantos" entre pecho y espalda, hemos dejado de marchar porque la realidad aplastante de un dictador se hizo mas fuerte que nuestros propios sueños, porque lo que un día fue posible se diluyó entre "quince y último", "debe y haber", "saldo en rojo" e hijos mirándonos a la cara sin entender qué pasaba. En nombre de toda mi generación te pido perdón a ti y a los que como tú esperan y se merecen un mejor país. Adelante, que llegado el día que ya se acerca, volveremos a la calle para celebrar y para cantar victoria y libertad. T.Q.M. Silvia Troconis.

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  3. Muchas gracias a las dos por las palabras. Silvia, tranquila que ustedes han hecho el trabajo más difícil, el de criar personas de bien y que encontraran las diferencias entre el bien y el mal. Sin la ayuda de una buena formación no existieran jóvenes con ganas de luchar por este país. Ojalá ese día de celebración esté cerca. Besos miles a todos por allá!

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  4. no lo habia leido pero una vez mas la cronologia y la pasion del articulo son impresionantes...te felicito y hay que seguir luchano besoss Regulo Velazco

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