miércoles, 13 de abril de 2011

Venezuela en busca de sentido

A esto me refiero cuando digo que Chávez nos ha enseñado a ser políticos. Las próximas generaciones sabremos qué permitir y qué no. Manuel es un gran amigo de mi hermano, tiene 20 años y está estudiando medicina. Aquí sus palabras.

Autor: Manuel Zapata González


Desesperados vemos como en nuestra Venezuela la tolerancia se viene a menos, la inteligencia es remplazada por la inconsciencia y la pluralidad es sustituida por el culto al líder. En un país donde el mismísimo presidente intenta acabar con la propiedad privada, uno de los cimientos de la sociedad moderna, y las instituciones se han convertido en un simple accesorio del poder, siéndole inútil a la sociedad a la cual deberían servir. País donde poco a poco, en una lucha fría y sistemática, lenta pero sin pausa, el gobierno ha arrinconado la libertad de expresión.

En Venezuela la lista de esperpentos sigue, y el vacio se agranda. Inseguridad, desempleo, vivienda, agua, luz… ¿tiene algún sentido todo esto? , ¿A su paso el autócrata dejará cabida al desarrollo?  Para contestar, en primer lugar debemos aceptar que en realidad no todo es tragedia, cosas han hecho los que están en el poder para conseguir tanto apoyo de la gente. Está claro que su mensaje ha calado hondo y que definitivamente el grueso de la población ha sentido que lo toman en cuenta, aunque sea solamente en el discurso.
Ahora bien, hablemos del sentido, que es a donde quiero llegar. Decía el gran psiquiatra Vienés Víctor Frankl, a quien cito extrayendo del título de su libro: El hombre en busca de sentido, la idea para el título de este artículo, preservando sus planteamientos originales: que toda situación por más desalentadora que sea está cargada de sentido. ¿Y cuál es la razón de ser de lo que vivimos hoy en Venezuela? Es fácil, la misma tragedia otorga sentido a la vida de los venezolanos. Salir de la pobreza, acabar con la delincuencia, recuperar el estado de derecho, purificar el poder, son las tareas que quedan pautadas para el porvenir;  la razón de vida del venezolano es construir un mejor país.
Sin duda, de la tragedia saldremos con nuevos aprendizajes y experiencias… maltrechos al principio, pero veremos que poco a poco las lecciones que dejó el régimen servirán de germen que dará como fruto un país más democrático, en donde olfatearemos en sus indicios la tiranía, para que no sea por incautos que nos arrebaten nuevamente el derecho que tenemos como hombres y como pueblo de ser libres y soberanos. Y a los que sufren les digo que es a través del sufrimiento como percibimos mejor al mundo, sólo con él podemos sacar lo mejor de nuestro espíritu. ‘’La vida se ve mejor a través del cristal de las lagrimas“, escuché alguna vez decir.
Y  las madres que angustiadas esperan el regreso de sus hijos a casa, los padres que trabajando todo el día reciben un mísero sueldo que no sirve ni para costear la mitad de la cesta básica, los policías metropolitanos que por cumplir con su deber han sido privados de su libertad, tantas familias que no tienen techo ni pueden llevar una vida digna. En fin, todos los hombres de bien que han sido tocados por el horror, más temprano que tarde, impetuosos y con la cabeza bien alta, podrán decir: todo valió la pena. Y los que se deleitan hoy con el sufrimiento de los venezolanos serán en un futuro los sufrientes, que en su congoja, a diferencia de los primeros, no podrán decirle a su gente: hice lo que tenía que hacer, cumplí con mi deber ante Venezuela y ante Dios…
¡Señoras y señores, que no sea por falta de sentido que dejemos de luchar!

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